
El capitán del carguero que colisionó en el mar del Norte se declara no culpable de homicidio involuntario

El capitán del carguero que en marzo chocó contra un petrolero en el mar del Norte, frente a las costas inglesas, provocando la muerte de un tripulante, se declaró el viernes en Londres no culpable de "homicidio involuntario por negligencia grave".
El ciudadano ruso Vladimir Motin, de 59 años, compareció ante el Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales, conocido como Old Bailey, en Londres, tras el accidente del 10 de marzo, donde el portacontenedores 'Solong' colisionó con el petrolero 'Stena Immaculate', fondeado a unos veinte kilómetros de las costas del noreste de Inglaterra, cerca de Hull.
Motin, asistido por un intérprete de ruso, declaró su identidad antes de indicar que se declaraba no culpable.
Tras su breve comparecencia, se fijó una nueva audiencia para el 10 de septiembre, antes de un juicio previsto para el 12 de enero de 2026.
El choque entre el 'Solong', cuyo capitán era Motin, con bandera portuguesa y propiedad de la compañía alemana Ernst Russ, y el 'Stena Immaculate', fletado por Estados Unidos y que pertenecía a la empresa sueca 'Stena Bulk', provocó explosiones y enormes incendios frente a la costa oriental de Inglaterra.
El incidente generó temores de un desastre ecológico debido a que el petrolero transportaba carburante para aviones del ejército estadounidense.
Los 23 miembros de la tripulación del petrolero pudieron llegar a tierra, igual que 13 de las 14 personas a bordo del carguero.
Pero en el accidente murió un miembro de la tripulación del 'Solong', Angelo Pernia, un filipino de 38 años.
Vladimir Motin, originario de San Petersburgo, se encuentra detenido desde que ocurrieron los hechos en marzo.
En abril, Motin compareció por videoconferencia ante un juez, quien entonces decidió aplazar la audiencia sobre la culpabilidad o no del sospechoso debido a la falta de un intérprete de ruso disponible.
Uno de los tanques del 'Stena Immaculate', que contenía alrededor de 220.000 barriles de queroseno, se "rompió" en la colisión, según la compañía estadounidense Crowley, que operaba el petrolero.
El choque generó preocupación por su impacto en la vida marina, pero vuelos de vigilancia confirmaron tres días después del accidente que no parecía haber rastros de contaminación procedente de los dos barcos.
Pese a todo, una semana después del accidente aparecieron gránulos de plástico en el agua y en el litoral, a unos 70 kilómetros al sur del lugar de la colisión, lo que necesitó una operación de limpieza.
Los gránulos, de entre 1 y 5 milímetros y de menos de un gramo de peso, no eran tóxicos pero podían suponer un riesgo para la fauna si los animales los ingerían.
V.Staniszewski--GL