
Peregrinos musulmanes rezan en el monte Arafat, un momento crucial del hach

Peregrinos musulmanes rezaron este jueves en el monte Arafat, etapa clave de la peregrinación del hach, luego de que las autoridades les instaron a resguardarse a la sombra durante las horas más calurosas del día.
Desde el amanecer, miles de personas se congregaron alrededor de la colina y la planicie aledaña donde se cree que el profeta Mahoma pronunció su último sermón.
Con temperaturas de hasta 45 ºC, la multitud se fue dispersando poco a poco conforme pasaban las horas, y más teniendo en cuenta que las autoridades habían instado a los fieles a permanecer dentro de sus carpas entre las 10H00 y las 16H00 para evitar golpes de calor.
Pero, pese a las advertencias, hubo quien desafió el sol del mediodía.
"Es un día muy cálido pero creo en Alá", dijo Tawsif, un indio de 44 años, tras haber subido al monte bajo el sol abrasador. "Arafat es el sueño de cualquier musulmán".
Como él, Ahmed afirmó "no pensar en el sol".
"El hach es Arafat (...) venimos aquí para escalar este monte y verlo", afirmó el peregrino, procedente de Egipto.
Este año, más de un millón y medio de musulmanes viajaron a La Meca y sus alrededores para participar en la peregrinación, uno de los mayores encuentros religiosos del mundo.
Para refrescarse, algunos se cubrían la cabeza con bolsas de hielo que repartían las autoridades, que tomaron multitud de medidas para evitar otra tragedia, después de que el año pasado -- cuando el mercurio llegó a alcanzar los 51,8 ºC -- más de 1.300 peregrinos murieran.
La rica monarquía petrolera movilizó este año más de 40 agencias gubernamentales y 250.000 funcionarios para intentar atenuar los riesgos vinculados al fuerte calor.
Las zonas de sombra fueron ampliadas en 50.000 m2, miles de socorristas adicionales serán movilizados e igualmente se instalarán más de 400 puntos para beber agua fresca, según precisó a AFP la semana pasada el Ministerio del Hach.
"Estamos registrando un número limitado de casos ligados al calor, lo que prueba la eficacia de las medidas" desplegadas, dijo este jueves a AFP Mohamed al Aali, viceministro saudita de Salud.
- Mensajes de aviso -
Adel Ismail, de nacionalidad siria, prefirió seguir las recomendaciones de las autoridades.
"Vine temprano para (evitar) el sol y después rezaré dentro de mi carpa", dijo el hombre, de 54 años.
Después de la puesta del sol, los fieles irán a Muzdalifah, a medio camino entre Arafat y la ciudad de las carpas de Mina, donde recogen piedrecitas para la simbólica "lapidación del diablo".
La peregrinación empezó el miércoles con el rito del 'tawaf', que consiste en dar vueltas alrededor de la Kaaba, la estructura cúbica negra en la que convergen musulmanes de todo el mundo para rezar, en el corazón de la Gran Mezquita mecana.
Las autoridades también llevaron a cabo una gran campaña contra los peregrinos carentes de autorización, con operaciones policiales, una mayor vigilancia y mensajes de aviso para disuadirlos de viajar a La Meca.
El jueves por la noche, una fuente del Ministerio de Hach dijo a AFP que, gracias a esas medidas, se habían evitado grandes concentraciones en los lugares sagrados.
El domingo, las autoridades afirmaron haber detectado a casi 270.000 personas sin autorización.
- "Un gran sueño" -
"Es un gran sueño para mí, al que casi había renunciado", dijo la mujer, de unos 50 años.
Para controlar los flujos de gente, las autoridades recurrieron a las últimas técnicas de inteligencia artificial para tratar las imágenes facilitadas por una flota de drones desplegados en La Meca. Y es que la gestión de la muchedumbre es un ejercicio delicado: en 2015, unas 2.300 personas murieron en una estampida.
Arabia Saudita alberga las ciudades santas de La Meca y Medina, donde predicó el profeta Mahoma, y cada año gana miles de millones de dólares gracias al hach y las peregrinaciones menores conocidas bajo el nombre de 'omra', que se efectúan en otros momentos del año.
U.Krajewski--GL