
Los británicos celebran junto a la familia real el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial

Con un desfile militar, que contó con la presencia de la familia real, y fiestas populares, Reino Unido celebra desde este lunes los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial, en un claro homenaje a los pocos veteranos supervivientes, que van desapareciendo.
El desfile, con unos 1.300 miembros de las fuerzas armadas británicas, que sirvió de arranque a unas celebraciones que durarán cuatro días, contó, como señal de apoyo, con once soldados ucranianos y medio centenar de militares la OTAN.
Previo al desfile, las celebraciones comenzaron a mediodía con la lectura, por parte del actor Timothy Spall, de extractos de un discurso del entonces primer ministro británico, Winston Churchill, el 8 de mayo de 1945, día de la victoria.
El rey Carlos III y su esposa Camila, además de los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, acompañados de sus tres hijos, vieron desfilar a los militares desde una tribuna instalada cerca del Palacio de Buckingham.
Carlos III y su hijo Guillermo, heredero de la corona, vestían uniformes militares, en una tribuna en la que también estaban el primer ministro, Keir Starmer, los príncipes Ana y Eduardo, hermanos del rey, y una veintena de excombatientes de la Segunda Guerra Mundial, muchos centenarios.
Miles de personas se dieron cita para ver el desfile, que comenzó junto al Parlamento, para recorrer las calles colindantes al Palacio de Buckingham y Trafalgar Square.
"Ochenta años de paz y tranquilidad. No sé si entendemos lo que significa ese logro. ¿Dónde estaríamos sin ellos?", afirmó a AFP Patrick Beacon, de 76 años, que llegó con su esposa, frente al Palacio de Buckingham, alrededor de las 7 de la mañana, tras viajar desde Coventry (centro de Inglaterra).
El monarca, de 76 años, que trata de recuperarse de un cáncer, apareció después, junto al resto de la familia real, en el balcón del Palacio de Buckingham, para observar el vuelo de aviones antiguos y modernos.
El 8 de mayo de 1945, desde ese mismo balcón, el rey Jorge VI y la reina Isabel, saludaron junto a sus hijas Isabel y Margarita a miles de londinenses celebrando la victoria.
Aquella noche, las dos princesas, de 19 y 14 años, se unirían, de incógnito, a la multitud.
Isabel II, ya siendo reina, describiría aquella noche como "una de las más memorables de mi vida".
La entonces princesa, que sirvió durante la guerra como conductora y mecánica voluntaria, vestida de uniforme, trató de ocultar su rostro con su gorra, "aterrada de ser reconocida".
- "Deuda de gratitud" -
Después de la polémica entrevista del príncipe Enrique el viernes en la BBC, en la que mostraba su deseo de reconciliarse con su padre, Carlos III, y el resto de la familia real, el Palacio de Buckingham hizo saber, según la prensa británica, que espera "que nada impida celebrar con entusiasmo esta valiosa victoria y esas almas valientes" que participaron en ella.
"Tenemos una deuda de gratitud con aquellos que estuvieron dispuestos a hacer un último sacrificio por nuestro país", destacó Keir Starmer en X.
Una recepción en el Palacio de Buckingham homenajeará el lunes a unos cincuenta veteranos de esa generación.
Los británicos también han sido invitados a participar en cientos de fiestas, picnics, exposiciones y conmemoraciones en todo el país.
"Es importante recordar a algunos de esos pobres diablos que no lograron salir con vida", declaró a la AFP Dennis Bishop, de 99 años, veterano de la Real Fuerza Aérea.
Este lunes también habrá una fiesta en el HMS Belfast, uno de los pocos barcos de guerra británicos supervivientes de la Segunda Guerra Mundial, atracado en las orillas del Támesis.
El martes, la reina Camila irá a visitar en la Torre de Londres una instalación de unos 30.000 amapolas de cerámica, un símbolo en Reino Unido de las víctimas de las guerras.
Las celebraciones en Reino Unido concluirán el jueves con un minuto de silencio al mediodía y un servicio de acción de gracias en la abadía de Westminster, en presencia de la familia real, antes de un concierto en la gran plaza de Horse Guards Parade en Londres.
Las celebraciones de este año toman una mayor dimensión porque "probablemente sea la última ocasión en que aún haya sobrevivientes" de esa época, estima el historiador Robert Hazell, del University College London.
H.Zajac--GL