
Juzgan a militares en El Salvador por crimen de periodistas neerlandeses en 1982

La fase final del juicio a tres exjefes militares de El Salvador por el asesinato de cuatro periodistas neerlandeses hace 43 años, durante la guerra civil en el país centroamericano (1980-1992), se desarrolla este martes en medio de pedidos de "justicia".
Los inculpados por este crimen que conmovió a la comunidad internacional son el exministro de la Defensa, general José Guillermo García, de 91 años; el exdirector de la desaparecida Policía de Hacienda, coronel Francisco Morán (93); y el coronel Mario Adalberto Reyes Mena (85), excomandante de la Cuarta Brigada de Infantería, con sede en Chalatenango.
La audiencia en la ciudad norteña de Chalatenango empezó el martes en la mañana y debe culminar (en esta misma jornada o el miércoles) con el veredicto de un jurado de cinco miembros y la sentencia de la jueza María Mercedes Argüello. Los acusados arriesgan una condena de hasta 30 años de prisión.
El 17 de marzo de 1982, los periodistas neerlandeses Jan Cornelius Kuiper Joop, Koos Jacobus Andries Koster, Hans Lodewijk ter Laag y Johannes Jan Willemsen fueron asesinados en una emboscada del batallón Atonal en Chalatenango mientras hacían un documental sobre la guerra civil salvadoreña.
Las víctimas trabajaban para IKON TV, un canal de Países Bajos creado por varias iglesias.
La causa por los asesinatos fue reabierta en 2018 después de que la Corte Suprema salvadoreña declarara inconstitucional en 2016 una ley de amnistía de 1993 que perdonó los crímenes de la guerra civil .
El conflicto armado salvadoreño, que enfrentó a las fuerzas gubernamentales con la guerrilla izquierdista, dejó 75.000 muertos y 7.000 desaparecidos, según cifras oficiales.
- "La justicia trabaja" -
Este juicio "es un paso trascendente para la justicia", dijo a la AFP el activista Juan Carlos Sánchez, del colectivo Mesa Contra la Impunidad en El Salvador.
Para la Fundación Comunicándonos y la Asociación Salvadoreña para los Derechos Humanos, este proceso "marca un paso decisivo" en la búsqueda de verdad y justicia.
"Confiamos en que este juicio siente un precedente histórico en la lucha contra la impunidad", destacaron ambas oenegés en un comunicado.
A la audiencia judicial, a la que no pudo ingresar la prensa, asiste el embajador neerlandés para Centroamérica, Arjen van den Berg, basado en Costa Rica, quien dijo escuetamente a la AFP: "la justicia trabaja".
Ninguno de los acusados asiste a la audiencia. García y Morán permanecen bajo arresto en un hospital privado de San Salvador, mientras Reyes Mena vive en Estados Unidos. Aunque la Corte Suprema salvadoreña aprobó pedir su extradición en marzo, la gestión no ha progresado.
García encabezó la Fuerza Armada de 1979 a 1983, cuando se registraron las peores masacres perpetradas por militares.
El asesinato de los periodistas neerlandeses fue uno de los crímenes investigados por una comisión creada por la ONU tras el fin de la guerra civil.
"La Comisión de la Verdad considera que existe plena evidencia de que la muerte de los periodistas holandeses (...) fue consecuencia de una emboscada planeada con anterioridad por el comandante de la Cuarta Brigada de Infantería coronel Mario A. Reyes Mena, con el conocimiento de otros oficiales", dice el informe publicado en 1993.
El caso permaneció en la impunidad luego de que en 1988 la jueza encargada recibió amenazas, por lo que solicitó refugio en Canadá.
"Hemos expuesto [ante el tribunal] el grado de responsabilidad de los acusados, cómo se cometió el crimen, cómo fue planeado [...] y ahora hay que esperar [a conocer] qué valoración va a hacer el jurado", explicó durante un receso el abogado Pedro Cruz, quien representa a familiares de las víctimas.
Una vez que los jurados "terminan de escuchar las versiones de las partes, se encierran en una sala [...] y ahí van a platicar entre ellos y a decidir cuál va a ser su veredicto, el cual es obviamente incierto", agregó.
Según Cruz, se han aportado "pruebas importantes", como la declaración de un agregado militar de Estados Unidos en El Salvador en el momento del crimen.
También figura un "peritaje militar" realizado por un experto que precisó de manera detallada el funcionamiento de la cadena de mando y la doctrina castrense en la época.
K.Pawlak--GL