
Camboya y Tailandia acuerdan un alto el fuego "incondicional" tras días de combates fronterizos

Los dirigentes de Camboya y Tailandia acordaron este lunes un alto el fuego "incondicional" tras cinco días de enfrentamientos en su frontera común, que dejaron 36 muertos y obligaron a decenas de miles de personas a desplazarse.
Desde hace décadas, los dos países del sudeste asiático mantienen una disputa sobre su frontera, definida en tiempos del poder colonial francés, pero desde 2011 no se registraban enfrentamientos de tal magnitud.
Tailandia y Camboya acordaron "un alto el fuego inmediato e incondicional que entrará en vigor a partir de las 24 horas locales, la medianoche del 28 de julio de 2025, esta noche", anunció tras tres horas de conversaciones el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, que auspició las conversaciones en su residencial en Putrajaya, la capital administrativa.
"Este es un primer paso fundamental hacia la desescalada y el restablecimiento de la paz y la seguridad", declaró junto al primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, y el primer ministro de Camboya, Hun Manet.
Durante la rueda de prensa, periodistas de AFP en Samraong, a unos 20 kilómetros de la frontera en el noroeste de Camboya, escucharon disparos de artillería.
Los enfrentamientos dejaron desde el jueves al menos 36 muertos y provocaron el desplazamiento de unas 200.000 personas.
Bangkok y Phnom Penh se acusaron mutuamente de haber iniciado las hostilidades y cada parte cuestionó la sinceridad del otro, antes de sentarse a negociar.
El primer ministro tailandés agradeció la intervención de Malasia, que ocupa la presidencia temporal de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), de China y del "presidente Trump".
"Hemos acordado un alto el fuego que, esperamos, será respetado de buena fe por ambas partes", declaró el dirigente.
Por su parte, el primer ministro camboyano consideró que "las soluciones que acaba de anunciar el primer ministro Anwar sentarán las bases para avanzar en las conversaciones bilaterales y volver a la normalidad en nuestras relaciones".
- "Detengan los combates" -
El presidente estadounidense, Donald Trump, llamó a los dirigentes de ambos países el sábado y les instó a acordar rápidamente una tregua.
De lo contrario, congelaría las negociaciones sobre los elevados aranceles que prevé aplicar a partir del 1 de agosto a estas dos economías muy dependientes de las exportaciones.
"Estoy muy contenta por el alto el fuego. Esto permitirá que la gente vuelva a sus hogares y que los niños regresen a la escuela. Por favor, detengan los combates", declaró a AFP Soeung Chhivling, una vendedora camboyana que vive cerca de la frontera.
Los dos ejércitos informaron el lunes por la mañana de enfrentamientos en varios puntos de su frontera.
"Es el quinto día en que Tailandia invade el territorio camboyano con armas pesadas y el despliegue de muchos soldados", afirmó la portavoz del Ministerio de Defensa de Camboya, Maly Socheata.
La noche anterior, el ejército tailandés acusó al bando camboyano de colocar francotiradores en los templos disputados y de incrementar el despliegue de tropas en la zona.
El terreno disputado es una región rural, una zona de colinas rodeadas de selva y tierras agrícolas donde se cultiva caucho y arroz.
El balance de los enfrentamientos se eleva a 23 muertos del lado tailandés, entre ellos nueve soldados, y 13 muertos en Camboya, de los que cinco son militares.
Además, unos 138.000 tailandeses huyeron de la zona de los combates, según Bangkok, y más de 140.000 camboyanos hicieron lo mismo en el otro lado de la frontera, señaló Phnom Penh.
Aunque los dos países están estrechamente vinculados cultural y económicamente, sus relaciones diplomáticas pasan por el peor momento en décadas.
Las hostilidades actuales empezaron en mayo con la muerte de un soldado camboyano un tiroteo en la zona disputada.
O.Kubiak--GL