
Una Bolivia en crisis se apresta a girar a la derecha por primera vez en 20 años

Sumidos en una profunda crisis económica, los bolivianos se aprestan a dar un giro radical hacia la derecha en la elección presidencial de este domingo, después de 20 años de dominio del Movimiento Al Socialismo (MAS) que lideró Evo Morales.
Este país de 11,3 millones de habitantes, con fuerte influencia indígena y rico en litio, acude a las urnas hastiado por la falta de dólares, combustible y alimentos.
La inflación acumulada del último año ronda el 25%, la más alta al menos desde 2008. La mayoría culpa de la debacle al impopular gobierno de Luis Arce.
"Nuestra situación está realmente (...) por los suelos. Nuestra moneda se ha devaluado, los sueldos no alcanzan, todo está carísimo", dice a la AFP Freddy Millán, un ingeniero de 53 años que vive en la ciudad de Santa Cruz.
Una "gran mayoría quiere el cambio porque está cansada de esta política del socialismo", añade.
El millonario Samuel Doria Medina, de 66 años, y el expresidente Jorge Quiroga, de 65, encabezan la intención de voto entre los ocho aspirantes y se verían en una segunda vuelta el 19 de octubre.
Los dos opositores prometen el fin del modelo económico de corte estatal que impuso el MAS.
Por años, el crecimiento de Bolivia dependió de sus exportaciones de gas, su principal fuente de divisas. Pero desde 2017 la producción sufre una caída constante.
- Una nueva etapa -
La izquierda se encamina hacia su peor fiasco en las urnas desde que ascendió a la presidencia de la mano de Morales, quien gobernó del 2006 al 2019. Luego impulsó el triunfo de Arce, su exministro y hoy adversario.
El dirigente indígena fue inhabilitado por la justicia para buscar un cuarto mandato en estos comicios. Desde octubre se refugia en un pequeño poblado del centro de Bolivia para evadir una orden de captura por el caso de presunta trata de menor cuando era presidente, acusación que él niega.
Bajo el resguardo de sus seguidores, Morales promueve el voto nulo. Ante el probable triunfo de sus opositores, aseguró a la AFP que "no se va a escapar" y seguirá de vuelta en la "batalla en las calles y en los caminos".
La pugna Morales-Arce durante los últimos meses dinamitó al MAS y profundizó la crisis económica con violentas jornadas de bloqueos de carreteras. Esto melló la popularidad de la izquierda.
El candidato del oficialismo Eduardo Del Castillo y el senador y dirigente cocalero Andrónico Rodríguez, ambos de 36 años, marchan rezagados en las encuestas.
La crisis nos ha "afectado totalmente (...) Creo que todos estamos tratando de que cambie este contexto", dice Alejandra Ticona, una estudiante de derecho paceña de 24 años.
Aunque reconoce que antes la izquierda benefició a la gente campesina, como su propia familia, hoy quiere que gane uno de los dos candidatos de derecha para que resuelva los apuros económicos.
Doria Medina y Quiroga prometen un plan de shock muy similar basado en un recorte drástico del gasto público y el desmonte progresivo de los millonarios subsidios.
"Se va a iniciar una nueva etapa en la que lo más importante a va ser recobrar la estabilidad económica", para salir del "estatismo y tener una economía capitalista", dijo Doria Medina en una reciente entrevista con la AFP.
El expresidente Quiroga promete un "cambio sísmico". Casi ocho millones de bolivianos están convocados a ejercer su voto obligatorio este domingo.
- Anhelo de cambio -
Después de 20 años del MAS en el poder, "el gobierno simplemente no puede echarle la culpa a nadie más" de la crisis, dice el internacionalista Pablo Calderón, profesor de la Northeastern University de Londres.
Durante el gobierno de Morales, Bolivia triplicó su producción interna, redujo la pobreza de 60% a 37% y empoderó a la población indígena.
La mayoría de gobiernos izquierdistas que antes dominaron la escena política de la región perdieron su continuidad en la década pasada. Bolivia ha sido la excepción hasta ahora.
Pero si finalmente la derecha asume el poder, Calderón advierte que esta no debería "dar giros extremos de 180 grados", sobre todo en los programas sociales que ayudaron a mucha gente a salir de la pobreza.
Por lo pronto, los bolivianos están abiertos a los "cambios": a liberar la economía y reducir el rol del Estado, sostiene Glaeldys González, analista del Crisis Group para Bolivia, Ecuador y Perú.
"La situación actualmente es la peor que ha vivido esta generación a nivel económico, y yo creo que sí hay mucha más apertura a este tipo de políticas", enfatiza.
H.Kolodziej--GL