"Nadie podía detenerlos": sudaneses describen violaciones sistemáticas al huir de El Fasher
Amira se despierta cada día temblando, atormentada por las imágenes de violaciones masivas que presenció mientras huía de la ciudad de El Fasher, en el oeste de Sudán, hacia Tawila, donde vive en un refugio improvisado.
Desde abril de 2023, Sudán está azotado por una guerra por el poder entre el general Abdel Fatah al Burhan, comandante del ejército regular y líder de facto del país desde el golpe de Estado de 2021, y el general Mohamed Daglo, al frente de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), un grupo paramilitar.
Tras un asedio de 18 meses marcado por la hambruna y los bombardeos, El Fasher, último bastión del ejército en la región de Darfur, cayó el 26 de octubre en manos de las FAR.
Desde entonces, múltiples testimonios dan cuenta de masacres, ataques, redadas, secuestros y violencias sexuales perpetrados por los paramilitares en El Fasher y sus alrededores.
"Nos despertamos temblando de miedo, las imágenes de la masacre nos persiguen", confiesa Amira, madre de cuatro hijos, desde Tawila, una ciudad a unos 70 kilómetros de El Fasher donde los refugiados se apiñan bajo trozos de tela convertidos en tiendas de campaña.
"Eran violaciones en grupo. Violaciones masivas en público, y nadie podía detenerlos", contó durante un seminario web organizado el lunes por la oenegé Avaaz.
Médicos Sin Fronteras (MSF) informó de que más de 300 supervivientes de violencia sexual habían solicitado ayuda a su equipo de Tawila, tras el asalto de las FAR al campo de refugiados vecino de Zamzam, que provocó la huida de 380.000 personas en abril.
- Violaciones nocturnas -
"Las violencias sexuales generalizadas cometidas por las FAR tenían como objetivo humillar, afianzar su control y desplazar a la población en todo el país", alertó en abril Amnistía Internacional, que desde el inicio del conflicto ha documentado estos abusos cometidos por combatientes de ambos bandos.
En Korma, un pueblo situado a unos 40 kilómetros de El Fasher, Amira fue retenida durante dos días porque no podía pagar el derecho de paso exigido por los combatientes de las FAR.
Según ella, a quienes no podían pagar se les negaba comida, agua y la posibilidad de marcharse. Las agresiones tenían lugar durante la noche.
"Venían a violarte mientras dormías", cuenta. "Vi con mis propios ojos cómo los combatientes se llevaban a las hijas de quienes no podían pagar. Decían: 'Como no podéis pagar, nos llevaremos a las chicas'. Y a las jóvenes se las llevaban inmediatamente".
Según la ministra de Estado sudanesa encargada de Asuntos Sociales, Sulimah Ishaq, "el primer día de violencia, 300 mujeres fueron asesinadas, algunas tras haber sido agredidas sexualmente. El segundo día, otras 200 fueron asesinadas".
- "Romperles las toallas" -
La Coordinación General para los Desplazados y Refugiados en Darfur, una organización humanitaria independiente, registró 150 casos de violencia sexual entre el 26 de octubre y el 1 de noviembre.
La semana pasada, la ONU se indignó por la tragedia vivida por 25 mujeres, víctimas de una violación colectiva por parte de las FAR en un refugio cercano a la universidad de El Fasher.
"Testigos confirmaron que miembros de las FAR seleccionaron a mujeres y jóvenes y las violaron a punta de pistola", declaró en Ginebra Seif Magango, portavoz de la oficina de derechos humanos de la ONU.
Mohamed, otro superviviente presente en el seminario web organizado por Avaaz, contó cómo mujeres y niñas de todas las edades fueron registradas y humilladas en Garni, una localidad situada entre El Fasher y Tawila.
"Si no encontraban nada, te golpeaban. Registraban a las jóvenes, llegando incluso a romperles las toallas sanitarias", afirmó.
Los nombres de los testigos se modificaron por motivos de seguridad.
Mientras la violencia continúa en Darfur, la región vecina de Kordofán es el nuevo escenario de los enfrentamientos entre el ejército y las FAR debido a su situación geográfica -entre Darfur, al oeste, y la capital Jartum, al este-.
La ONU anunció este miércoles que al menos 40 personas murieron la víspera en un ataque contra un entierro en la capital regional de Kordofán del Norte, El Obeid.
A pesar de una propuesta de alto el fuego de Estados Unidos, las autoridades proejército afirmaron el martes que la guerra continuará.
El conflicto ha dejado decenas de miles de muertos y cerca de 12 millones de desplazados, según la ONU.
U.Marciniak--GL